¡SERENDIPIAS!

¡Serendipia!  Ritalin para TDAH

El empleo del metilfenidato, conocido comercialmente como Ritalin, para el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) fue popularizado desde la década de los 60 en los EE.UU. y extendido al resto del mundo hasta la actualidad, a tal punto, que parte de la comunidad médica internacional ha alzado la voz ante la sospecha de diagnósticos inexactos, que han llevado al abuso en su prescripción.

 

Su eficacia sobre los niños con TDAH es notable, igualmente que lo fue el casual descubrimiento de su aplicación clínica en menores. La historia inició en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, cuando el uso de anfetaminas -sustancias químicas estimulantes del sistema nervioso central- era común entre los militares que debían mantenerse concentrados bajo condiciones de sueño limitado.

 

En ese entonces, las farmacéuticas trabajaban por encontrar una nueva variante química de las anfetaminas que brindara a los soldados y pilotos el mismo resultado, pero sin los efectos secundarios de las comúnmente utilizadas. Tal fue el caso de químico italiano, Leandro Panizzon, quien logró sintetizar en 1944 el metilfenidato; una sustancia que tenía la propiedad de estimular la concentración y reducir la impulsividad.

 

Panizzon probó en su persona el fármaco sin efecto alguno, sin embargo, al administrarlo en su esposa -quien padecía hipotensión arterial-, el resultado fue notorio, sobre todo en su práctica de tenis, en la que se mostraba con mayor vigor. Ésta fue la razón por la que la farmacéutica CIBA (ahora Novartis) decidió nombrar a la patente de su empleado (1954) como Ritalin, en alusión a la forma en que Panizzon llamada a su esposa Margarita, Rita.

 

Lanzado al mercado en 1955 por CIBA, fue prescrito para el tratamiento del cansancio, la depresión y la «confusión de la vejez» en la población adulta de los EE.UU. Aunque, tiempo más tarde, fue reportada su eficacia sobre los síntomas de la narcolepsia, la fatiga crónica y los estados letárgico-depresivos. Era un medicamento, según versaba su publicidad, más fuerte que una taza de café pero no tan intenso.

 

La serendipia en este caso sucedió cuando el psicólogo estadounidense y padre del TDAH, Carmen Keith Conners, decidió realizar un estudio clínico aleatorio sobre el efecto del metilfenidato sobre niños con graves niveles de inquietud e impulsividad; no sin antes haber evaluado un estudio similar, hecho en 1937 por el psiquiatra Charles Bradley, en el que fue administrada otra anfetamina (dexidrina) para tratar dolores de cabeza infantiles con el efecto sorpresivo de estimular su concentración.

 

El estudio de Conners con Ritalin fue realizado en 1964 en las instalaciones de la John Hopkins University, EE.UU., del cual resultaron datos positivos de la medición de la concentración, la ansiedad y la impulsividad de los niños. Dichas conclusiones, al ser publicadas, convirtieron al Ritalin en el fármaco mayormente recetado a niños estadounidenses con TDAH hasta la fecha.

¡Serendipia! Relación páncreas-diabetes

Responsable de la regulación de los niveles de glucosa en la sangre, al almacenarla en las células para su aprovechamiento energético, la insulina es una hormona empleada en el tratamiento de la diabetes. Hoy en día, su administración ha sido popularizada mejorando la calidad de vida de los pacientes diabéticos, sin embargo, antes de 1923 la única indicación para su tratamiento era la ingesta de una dieta baja en azúcares.

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