En principio, habrá que definir qué son las enfermedades zoonóticas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) «son enfermedades infecciosas transmisibles naturalmente desde animales vertebrados al ser humano»; de ahí que la emergencia de dichas afecciones está ligada al contacto estrecho entre las personas y los animales domésticos y/o silvestres, siendo la crianza de animales para la producción de alimentos un factor importante para su transmisión y diseminación.

Otros factores importantes son la movilización de animales y, la selección y reproducción de éstos para fijar nuevas características que se desean perpetuar. Por ejemplo, la selección de bovinos con mayor producción de leche y/o carne y la preservación de características morfológicas o de conducta deseadas en los animales de compañía conllevan a la interacción con otros ejemplares y especies ajenas a una determinada región geográfica. Los animales silvestres también juegan un rol importante en esta cuestión, ya que muchos de ellos son reservorios de zoonosis parasitarias, virales y bacterianas.

La prevención de estas enfermedades requiere de la participación del sector gubernamental, de la sociedad y de los profesionales de la salud, por lo que es necesaria la integración del conocimiento y de la experiencia multidisciplinaria. Este es un enfoque conocido como «UNA SALUD», que la OMS recomienda para enfrentar a las enfermedades zoonóticas y a otras amenazas sanitarias que se constituyen debido a la interacción humano-animal-ambiente.

El abordaje multidisciplinario implica la participación de la sociedad en general y un gasto económico que no todos los países son capaces de solventar, es entonces que México -como país en vías de desarrollo- se ve afectado por las diferencias abismales entre un estrato social y otro. La deficiencia en los servicios básicos de salud favorece que muchas enfermedades zoonóticas prevalezcan en nuestro país.

A pesar de lo mencionado, en México se han tomado medidas para el control de algunas enfermedades que representan un riesgo epidemiológico. De acuerdo con la Productora Nacional de Biológicos Veterinarios1 (Pronabive), las enfermedades zoonóticas que se han considerado para su control son: 1) rabia paralítica bovina, 2) rabia canina, 3) brucelosis, 4) encefalitis equina venezolana, 5) encefalitis del oeste del Nilo, 6) influenza aviar, 7) salmonelosis, 8) tuberculosis y 9) toxicariasis.

De acuerdo con el patógeno involucrado en las enfermedades zoonóticas, se pueden clasificar en: 1) virales: rabia, influenza aviar, encefalitis equina venezolana, encefalitis del oeste del nilo; 2) bacterianas: salmonelosis, tuberculosis; y parasitarias: toxocariasis, dipilidiasis y anquilostomiasis.

Los virus son entes intracelulares obligados. La enfermedad de la rabia se puede transmitir a los humanos en regiones urbanas y rurales por perros, gatos, murciélagos, rumiantes, porcinos y equinos. En Nayarit, en diciembre de 2022 se registró un caso confirmado de rabia humana transmitida por la mordedura de un gato sin antecedente de vacunación. En este año, en Sonora, se confirmó la presencia del virus de rabia en un canino 2.

En cuanto a las enfermedades bacterianas, como ejemplo se puede mencionar a la salmonelosis, la cual se transmite por medio de la ingesta de alimentos de origen animal como leche y queso sin pasteurizar. De acuerdo con el Panorama Nacional de Salmonelosis de Senasica, entre 2018 y 2020, Chiapas, Veracruz y Tabasco fueron los estados con la mayor cantidad de diagnósticos positivos a salmonelosis 3.

Las enfermedades parasitarias componen otro grupo de enfermedades zoonóticas de importancia. El perro es una fuente de infección parasitaria, ya sea por el contacto directo de humanos con éstos y/o con objetos (fómites) y suelo contaminado. Los niños son la población más propensa a los parásitos caninos como Toxocara canis y Ancylostoma caninum.

El ser humano es susceptible a contraer cualquiera de las enfermedades zoonóticas que se conocen actualmente o aquellas que sean emergentes, debido al contacto estrecho con los animales y al crecimiento voraginoso de la población humana, que lleva a la invasión de áreas naturales ajenas al ser humano alterando los ecosistemas y provocando la transmisión de nuevos patógenos.

Ya que no se puede concebir el desarrollo humano sin el uso y aprovechamiento de los animales, para evitar la infección o infestación de patógenos zoonóticos, se recomienda la aplicación de medidas preventivas eficaces y la promoción del estudio de los patógenos, pues no se pueden prevenir ni tratar los padecimientos si se desconoce el desarrollo de las enfermedades.

Minimizar la diseminación y la posible erradicación de las zoonosis es una responsabilidad que a todos nos involucra, desde la tenencia responsable de animales de compañía hasta la creación y aplicación de estrategias gubernamentales.

1 https://www.gob.mx/pronabive/es/articulos/las-enfermedades-zoonoticas-en-mexico?idiom=es

2 https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/796476/Aviso_Epidemiologico_Rabia_2023.pdf

3 https://dj.senasica.gob.mx/Contenido/files/2021/febrero/72PANSalmonelosis20-01-21_f6c7023a-4def-419a-af63-ccb3e5df42f0_f6c7023a-4def-419a-af63-ccb3e5df42f0.pdf