EN BREVE
16.06.2025
L.P.C. Julieta Espinosa
Una distancia promedio de 58 000 000 km separa al Sol del planeta más pequeño del Sistema Solar, Mercurio. Rocoso y poco más grande que la Luna (74.8 millones de km2), es el planeta con la mayor cantidad de cráteres en su superficie, contabilizados en cientos de miles, de acuerdo con los datos generados por la misión MESSENGER (MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry, and Ranging) de la NASA.
Si bien la mencionada misión cartografió la totalidad de la superficie de Mercurio, sólo 444 han sido nombrados por la International Astronomical Union (IAU), en cuya estructura destaca el Grupo de trabajo del comité ejecutivo sobre nomenclatura de sistemas planetarios (WGPSN), cuya función es la de «responder a las necesidades científicas mediante la aprobación formal de los nombres de las características de la superficie planetaria, los satélites y los anillos…».
Existen normas específicas para asignar un nombre a cualquier característica planetaria; así, en el caso de los cráteres de Mercurio, la IAU establece que éstos deben corresponder a «artistas, músicos, pintores y autores que han hecho contribuciones sobresalientes o fundamentales a su campo y han sido reconocidos como figuras históricamente significativas del arte durante más de 50 años».
La literatura mexicana conquistó Mercurio, cuando en 1979 dos de sus cráteres fueron nombrados por la IAU en honor del representante del movimiento modernista, Amado Nervo (1870-1919), y de la poetisa novohispana, Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695). De tal forma que, con un diámetro de 66 km, el cráter Nervo (ID: 4220) se muestra en la superficie mercuriana, duplicado por el Sor Juana (ID:5651), con sus 102 km de diámetro.
Tres décadas transcurrieron para que otro cráter pusiera al país en el mapa del planeta. Fue el caso del cráter Izquierdo (ID: 14584) que, con 174 km de diámetro, fue nominado el 9 de julio de 2009, en reconocimiento a la obra de la pintora María Izquierdo (1902-1955); destacada por haber sido la primera mexicana en exponer en EE.UU. y la segunda en el extranjero.
Si bien es desconocida la historia y los nombres de las personas que postularon a los tres exponentes mexicanos para nombrar un cráter en Mercurio, no es el caso del cuarto virtuoso connacional que nos representa en el planeta.
Corría 2015, cuando la sonda MESSENGER -aún en operación- fue reconocida por sus contribuciones científicas: la determinación de la composición de la superficie mercuriana, su historia geológica, la caracterización de su campo magnético interno, la verificación de la composición de hielo de agua de sus polos y, no menos importante, la toma de 200 000 fotografías orbitales.
En dicho acto, la Unidad de educación y comunicación de la ciencia de la misión, en coordinación la Carnegie Institution, lanzó una convocatoria para nombrar a cinco cráteres de impacto. Llamado que atendieron los ciudadanos mexicanos Ricardo Martínez y Arturo Gutiérrez, así como los estadounidenses Rebecca Hare y José Martínez, nominando al muralista Diego Rivera.
Luego de recibir 3600 postulaciones y reducirlas a 17 candidaturas, fueron obtenidos los nombres de los cinco representantes artísticos que ocuparían un lugar en Mercurio. Rivera (ID: 15320) fue el nombre dado al cráter de 40 km de diámetro, aprobado por la IAU el 30 de abril de 2015, fecha en que la sonda espacial impactó contra el planeta. Los otros nombres aprobados fueron Carolan, Enheduanna, Karsh y Kulthum.
Nervo, Sor Juana, Izquierdo y Rivera nos representan en el planeta más cercano al Sol, mas no son los únicos que lo hacen en el espacio, ya que existen nueve objetos cuya mexicanidad se hace presente y cuya historia será tema de otra ocasión.