Píldoras Médicas

15.03.2018

El agua de las albercas, desinfectantes y sus problemas II

Dr. Carlos M. Arróyave Hernández

Ilustración: Jorge Alcántara

El bromo es un halógeno y un potente oxidante en su forma natural; es una buena alternativa para no usar el cloro o para hacerlo en conjunto con éste; tiene acción importante sobre el crecimiento de algas, bacterias, virus y otros microorganismos; actúa en un rango amplio de pH con una gran capacidad oxidativa; es efectivo a temperaturas elevadas hasta 40° C; al combinarse con material orgánico, a diferencia del cloro, no pierde su capacidad de desinfectante ni produce malos olores y menos irritación -las bromaminas que se forman son destruidas por el mismo bromo, pero si hay cloro presente, éstas pueden ser más estables, razón por la cual en muchas albercas se usa una combinación de ambos productos-.

 

El bromo es popular ya que no provoca malos olores y se supone que no irrita los ojos, la piel, las mucosas, el cabello o la ropa. Su principal desventaja es su alto costo. Su forma activa en las albercas se conoce como bromoformo, el cual puede ser absorbido por el cuerpo -ya sea por inhalación o por la piel- siendo éste muy irritante del tracto respiratorio, los ojos y la piel. Al igual que el cloro, actúa en forma inmediata con otros productos formándose bromuros, los cuales destruyen por completo los productos orgánicos. Su uso debe de ser controlado ya que los vapores que forma pueden dañar a los ojos, la piel y el aparato respiratorio. El bromo es más reactivo que el cloro, por lo que pueden formarse más productos que in vitro son citotóxicos y mutagénicos. A diferencia del cloro, la concentración del bromoformo es semejante en el agua y aire exhalado por los nadadores, pero aumentan de acuerdo con la cantidad de ejercicio que se hace.

 

En cuanto a la electrólisis de sal, se trata de un sistema generador de cloro a partir de agua salada mediante un proceso de electrólisis (proceso que separa elementos de un compuesto por medio de la electricidad). El agua salada pasa a través de los electrodos (conductor eléctrico utilizado para hacer contacto con una parte no metálica) produciendo cloro-gas, el cual se disuelve en el agua. Este sistema tiene como ventajas el que trabaja automáticamente generando y dosificando la cantidad de cloro, evita la manipulación de químicos, es seguro y utiliza sal común.

 

La ionización cobre-plata para la producción de agua potable, por su parte, se utilizó a bordo de la nave espacial Apolo en 1960. En muchos lugares, este sistema se usa como una alternativa al cloro; se utiliza con mucho éxito en la desinfección de tanques de peces; no depende de la temperatura y su mecanismo se basa en que los iones cargados positivamente en el agua buscan partículas con polaridad opuesta a la que tienen las bacterias, virus y hongos. Los iones de cobre penetran en la pared celular creando la entrada de plata hasta el núcleo de los microorganismos; ahí se unen al ADN y el ARN, llegando a impedir el funcionamiento normal, y finalmente provocan la muerte celular. Un inconveniente que tiene es el que no elimina materia orgánica en el agua de las albercas, por lo que se usa con algún otro sistema como el cloro.

 

Con la escasez que se tiene de agua para uso común, se han desarrollado sistemas con tecnologías sostenibles que permiten obtenerla sanitariamente segura. Con el uso de luz ultravioleta, se evitan los residuos químicos y productos de la desinfección; se usa para desinfectar, eliminar microorganismos, reducir el uso de desinfectantes como el cloro ozono y muchos otros. El sistema consta de una cámara de radiación de luz ultravioleta (UV), lamparas UV instaladas en el interior de tubos protectores de cuarzo en contacto con el agua, sensores y un armario eléctrico para alimentación y control del sistema. En combinación con el cloro, la luz UV destruye las cloraminas. No hay un microorganismo que no pueda ser destruido por la luz UV.

 

El ozono es el desinfectante más potente que se conoce, que previene la formación de bioproductos que contienen cloro o bromo como son las cloraminas y trihalometanos, por lo que no habrá problemas de irritación de piel, ojos y mucosas respiratorias. Es 3000 veces superior al cloro destruyendo un número más elevado de microorganismos que el cloro no puede eliminar. Además, la cantidad de agua de reemplazo es mucho menor, por lo que disminuye el costo de calentamiento del agua. El agua tratada tiene un color azul, no tiene olor ni sabor y no hay bioproductos formados por su acción sobre material orgánico. Es conveniente mantener una pequeña cantidad de ozono en el agua o añadir un desinfectante como el cloro en muy pequeñas cantidades que, por su mayor duración, permitirá un mantenimiento del agua más prolongado; esto es debido a que el ozono tiene un efecto breve en el agua (de unos 20 minutos). El tratamiento con ozono no es un complemento al uso del cloro, es una alternativa.

 

La producción de ozono se hace a través de lámparas específicas, que son económicas, simples, fiables, ecológicas y casi sin mantenimiento. Como desventaja del uso de ozono comparado con otros sistemas, está que las instalaciones requeridas son caras, pero el costo de mantenimiento es más barato.

 

Además de lo mencionado, la infección más frecuente por el agua de albercas, debido al tragado de ésta en forma accidental, es la diarrea producida por el Criptosporium, Norovirus, Giardia lamblia, Escherichia coli y Shigella. La otitis externa aparece pocos días después de haber nadado presentándose comezón, enrojecimiento e inflamación del oído; ésta se puede prevenir usando gorro o tapones en los oídos. La dermatitis causada por Pseudomona aeruginosa, que se presenta como manchas rosadas con comezón y que puede llegar a producir ampollas en los folículos pilosos y secreción de pus, no es frecuente pero se han reportado casos de presencia de moluscos en la piel.

 

Con el objetivo de evitar muchos de los problemas que se presentan con el agua y los desinfectantes, es conveniente tener un buen control de las cantidades y características de los desinfectantes que se usan. No es lo mismo una alberca pública que una privada, que esté en el jardín o en un espacio cerrado. Otras acciones son: que la temperatura del agua no se eleve por arriba de lo permitido, que las instalaciones tengan una ventilación adecuada, que los usuarios de la alberca se bañen con jabón antes de nadar, que los trajes de baño de menores sean los adecuados para evitar la contaminación de orina y materia fecal, entro otras.

 

El agua de las albercas, desinfectantes y sus problemas I

Dr. Carlos M. Arróyave Hernández

 

Contacto:

TELÉFONO:

+52 442/2628967

CORREO ELECTRÓNICO: 

contacto@revistaserendipia.com

revista.serendipia@gmail.com

Síguenos en:

Versión para imprimir | Mapa del sitio
© Julieta Isabel Espinosa Rentería