Píldoras Médicas

20.02.2019

La medicina del futuro

Dr. Carlos M. Arróyave Hernández

Fotografía: Jorge Alcántara

En forma poco perceptible, la atención medica ha ido sufriendo una serie de cambios muy importantes en paralelo a los avances científicos de diferentes áreas de conocimiento, llámese fisiología, química, física, ingeniería, electrónica, etc. Sería ambicioso decir que en este espacio mencionaré todo aquello que ha venido a revolucionar la medicina, pero trataré de analizar aquellas áreas en las que he tenido que profundizar mis conocimientos, pues afectan directamente mi práctica diaria.

 

Parte de estos cambios se han sucedido gracias a la tecnología empleada en los laboratorios de investigación, desde donde ha salido para ser usada como tal o para diseñar herramientas que puedan auxiliar al médico en su trabajo diario, que consiste en ayudar al que ha perdido su estado de equilibrio -llamado salud- y se enfrenta a una enfermedad. Como consecuencia de estos cambios, es de esperar que la nueva generación de médicos tenga amplios conocimientos de biología molecular, bioingeniería, electrónica y ciencias de materiales, que son la base en el diseño de dispositivos que pueden llegar a sustituir a órganos complejos como el ojo o el páncreas.

 

De una medicina en la que el diagnóstico se basaba fundamentalmente en sintomatología, datos clínicos de exploración y de laboratorio -llamados de rutina-, estamos llegando a hacer diagnósticos de alteraciones genéticas, celulares y moleculares, lo que permite conocer nuevas patologías antes desconocidas. Como consecuencia, tenemos que practicar una medicina personalizada e individual a estos niveles, de tal manera, que ya no habrá tratamientos genéricos, que es lo que hacemos hoy en día. Es posible que la relación médico-paciente sea cada día menor, pero a cambio se tendrá un diagnóstico molecular más certero y, como consecuencia, un tratamiento personalizado considerando que cada individuo es diferente y complejo con múltiples alteraciones moleculares y celulares cuando está enfermo.

 

Si comenzamos por el principio de la vida, es posible llevar a cabo manipulaciones genéticas prenatales con las que podemos modificar la información de un embrión para evitar el desarrollo de enfermedades fatales o incapacitantes. El cirujano pediatra puede efectuar cirugías que permiten el desarrollo normal de un producto que presenta, antes del nacimiento, anormalidades corregibles que, de otra manera, pudieran ser muy nocivas al nacimiento o después de éste. La cirugía puede llevarse a cabo in útero o fuera de éste.

 

La tecnología a nivel celular se ha desarrollado, en forma tal, que lo que parecía ser ciencia-ficción se ha convertido en realidad. Células a las que se les conoce como madre, al ser puestas en ciertos tejidos, dan origen a células especializadas acordes al órgano en donde se depositaron, ayudando a poblar el sitio con células normales. En embriones de cerdo, utilizando esta tecnología, se han desarrollado órganos saludables, lo que abre la posibilidad de trasladar la técnica al humano y llegar al día en que no se tenga que esperar la donación de un órgano para suplir al ha dejado de funcionar o que hubo que remover por la presencia de un problema maligno.

 

Utilizando terapia génica, podemos introducir genes en las células del paciente para que estos produzcan los cambios que conlleven a la producción de una proteína especifica. Siendo esto posible, se necesitaría únicamente una inyección para modificar la patología presente o curar la enfermedad.

 

A partir de la nanotecnología, se están desarrollando partículas transportadoras con polímeros biodegradables, silicona y lípidos, que permiten al medicamento una mejor circulación en la sangre, que éste no se degrade rápidamente y, de esta manera, se favorezca su depósito en los tejidos deseados. Se puede diseñar un microchip que sustituya la función de una célula y que envíe señales para que la fisiología normal del tejido se recupere. Con esta tecnología microscópica, será posible diseñar chips que lleguen a cualquier parte de nuestro organismo, ya sea para monitorear un órgano o función, o para llevar a cabo procedimientos paliativos o curativos en el sitio afectado. Con los nanobots podremos auxiliar el tratamiento contra el cáncer.

 

Las impresoras 3D hacen posible la fabricación de moldes exactos, que permiten el diseño de partes anatómicas o la presentación tridimensional de células in vivo. Actualmente, se usan para el diseño de audífonos para sordera, impresiones dentales, sustitución de huesos, prótesis -desde una cara hasta un brazo-, orejas biónicas, vasos sanguíneos, entre otros.

 

La farmacogenética permite desarrollar medicamentos ideales para cada paciente de acuerdo con su patología. Cuando se usen varios medicamentos, permite tratar de potencializar su acción y, a la vez, evitar la presencia de efectos indeseables.

 

Cada vez vemos con más frecuencia en los quirófanos, los robots cirujanos, dado a la gran precisión para la cual han sido diseñados. Los más modernos cuentan con celdillas que hacen la función del ojo humano y son capaces de hacer suturas con la precisión de un cirujano y, muchas veces, superior. Se están diseñando con polímeros y nanocables magnéticos, que hacen posible la identificación de células anormales pudiendo, entonces, liberar medicamentos sobre ellas o hacer la remoción del tejido anormal. Los podemos ver sobre todo en cirugía cardiovascular, neurológica, ortopédica y muchas otras especialidades. Otro tipo de robots son usados en hospitales y casas de retiro en personas que de otra manera sería muy difícil movilizar de un lado a otro para llevar a cabo procedimientos rutinarios, amén de levantarlos de su cama y/o llevarlos a una silla de ruedas.

 

El uso de exoesqueletos ha venido a ser de gran utilidad en pacientes con problemas, sobre todo, de índole ortopédico o, secundario, con problemas neurológicos en donde hay dificultades motrices severas. Con éstos, el paciente puede, después de terapias de rehabilitación y adiestramiento, caminar por sí solo reincorporándose a su vida rutinaria.

 

Con la ontogenética es una técnica que involucra el uso de la luz para controlar células en los tejidos -fundamentalmente neuronas-, que han sido modificadas para expresar canales iónicos sensibles a la luz y, de esta manera, poder activar diferentes canales iónicos, bombas metabólicas y sistemas enzimáticos. Se ha llegado inclusive a crear una memoria falsa en el hipocampo de ratones.

 

En ciertos hospitales de España, se está utilizando lo que llaman el medico virtual; aplicación móvil elaborada a partir de inteligencia artificial en un ipad, tableta o computadora. Inicialmente, se utilizó en 1500 pacientes, los cuales después de alimentar la información requerida y con un listado de diferentes enfermedades, tuvo 91% de efectividad al hacer el diagnóstico de enfermedades. Según los autores, este sistema es de gran utilidad tanto para los pacientes y médicos como para las compañías de seguros, ya que queda grabada toda la información abatiéndose costo de operación.

 

Si bien la tecnología arriba mencionada es importante en el manejo del paciente, es preciso estar conscientes que antes de enfermedad hay salud, la cual podemos conservar si tenemos cuidado de nuestro organismo con una dieta balanceada, trabajar ocho horas y dormir otras tantas para dejar el resto del tiempo al esparcimiento personal y familiar, así como al ejercicio.

 

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Dr. Carlos M. Arróyave Hernández

 

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Dr. Carlos M. Arróyave Hernández

 

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