¡SERENDIPIAS! 

¡Serendipia!  Helicobacter pylori

Antes de 1982, la úlcera gastroduodenal era considerada un padecimiento psicosomático, es decir, desencadenado o agravado por estrés y conflicto emocional. Si bien estos factores no han sido descartados por la Medicina como agentes causantes, fue en dicho año que el patólogo del Royal Perth Hospital (Australia Occidental), J. Robin Warren, y el entonces tesista de Gastroenterología, Barry J. Marshall, revolucionarían la gastroenterología y la microbiología, al incorporar una causa infecciosa a la enfermedad: la bacteria Helicobacter pylori.

 

La historia, que les valdría a los descubridores la obtención del premio Nobel de Medicina en 2005, inició en 1979, cuando Marshall fue encomendado a realizar su tesis de grado sobre ciertas bacterias, que Warren había observado en muestras de mucosa gástrica de pacientes con gastritis. Auxiliado por el microbiólogo de laboratorio del Royal Perth Hospital, C. Steward Goodwin, Marshall asumió como hipótesis que se trataba de una bacteria Gramnegativa, curva, microaerofílica (capacidad de sobrevivir con niveles de oxígeno muy inferiores a los presentes en la atmósfera terrestre), perteneciente al género Campylobacter.

 

Para comprobar su hipótesis inoculó platos de cultivo con mucosa bajo una atmósfera microaerofílica. Para su sorpresa, los resultados arrojados fueron negativos, no obstante, la presencia de bacterias observada en los cortes histológicos. Era el momento de dejar actuar a la casualidad.

 

Llegó el periodo vacacional de Semana Santa y el joven Marshall olvidó los platos de cultivo en la incubadora. A su regreso al laboratorio, cinco días más tarde, ¡Serendipia!, ahí estaban las pequeñas colonias convexas y transparentes, de menos de 1 mm de diámetro, de la bacteria que buscaba. Era un bacilo Gramnegativo, microaerofílico, de lento crecimiento, con un periodo de incubación de cinco días a 37° C, que inicialmente fue bautizado como Campylobacter pyloridis.

 

El descubrimiento fue publicado en la revista The Lancet, en junio de 1984, bajo el título Unidentified curved bacilli in the stomach of patients with gastritis and peptic ulceration, el cual fue resumido por sus autores de la siguiente forma:

 

«Se tomaron muestras de biopsia de áreas intactas de mucosa antral en 100 pacientes consentidos y consecutivos que se presentaron para gastroscopía. Se encontraron bacilos espirales o curvos en muestras de 58 pacientes. Bacilos cultivados a partir de once de estas biopsias resultaron Gramnegativos, flagelados, microaerofílicos y parecían ser una nueva especie relacionada con el género Campylobacter. Las bacterias estaban presentes en casi todos los pacientes con gastritis crónica activa, úlcera duodenal o úlcera gástrica y, por lo tanto, pueden ser un factor importante en la etiología de estas enfermedades».

 

Posteriormente, la bacteria fue reclasificada en el género Helicobacter como una de las 20 especies que actualmente forman el entonces género naciente y que, en su mayoría, están presentes en el estómago de sus hospederos. En su momento, la comunidad médica puso en duda el hallazgo, por lo que Marshall decidió inocularse la bacteria para demostrarlo.

 

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