TIERRA DEL ZORRO Y EL ERIZO
29.10.2025
Dr. Eduardo Becerra Torres
Es frecuente escuchar que los artistas toman múltiples inspiraciones de la naturaleza para construir su objeto artístico y establecer parámetros estéticos, sin embargo, cuántos de nosotros consideramos las acciones artísticas como herramientas para mejorar la actividad científica y entender objetos de estudio complejos. La ciencia tiene un componente creativo importante que puede ser estimulado por el arte.
Más relevante y menos evidente es el hecho de que las acciones artísticas pueden construir, estimular y robustecer habilidades observacionales, clave para las ciencias de la Tierra. Si te gustaría saber cómo el arte puede ser un gran aliado en la ciencia, te invito a continuar leyendo.
José María Velasco y Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl, son destacados exponentes mexicanos de un arte pictórico que reconoce al sistema natural como fuente inagotable de inspiración. Para Velasco, reconocido como paisajista romántico, la naturaleza es una manifestación divina digna de representarse y, por lo tanto, hacerlo de la mejor forma requiere una visión científica, que preserve la fidelidad del paisaje observado.
El Dr. Atl en 1933 escribió que la representación de la naturaleza es una de las expresiones más elevadas del espíritu humano. El artista, con una mirada más allá de la inspiración, colocó puntos de análisis de alguien que no sólo pintó volcanes y naturaleza, sino que estudió la Tierra, y que concluyó en la responsabilidad social, ecológica y social con nuestro entorno. La pasión y curiosidad científica del Dr. Atl lo llevaron a buscar presenciar la erupción del volcán Paricutín en 1943, dejando el registro artístico y el recurso observacional más vivido de ese evento transcendental para entender un fenómeno tan importante para la Tierra.
Cerrando el ciclo arte-ciencia del lado de quien estudia la Tierra, se ha demostrado que la habilidad de observar patrones, anomalías y evidencias de procesos en nuestro entorno se puede desarrollar y potenciar con el arte.
La metodología de las ciencias de la Tierra se puede entender como análogo al utilizado por el famoso detective Sherlock Holmes. El detective utiliza el razonamiento lógico, soportado en observaciones, y la construcción de conclusiones inductivamente, que implica ir de lo particular a lo general. En el estudio de la Tierra, muchas veces, sólo podemos mejorar este proceso inductivo acumulando la mayor cantidad de observaciones y haciéndolo con el mayor cuidado al detalle. Este último requerimiento es el que necesita desarrollarse a nivel profesional -la observación- y, para ello, el arte puede jugar un papel fundamental.
Múltiples estudios han propuesto una estrategia de aprendizaje para habilidades observacionales llamada metodología STEAM (Ciencias, Tecnologías, Ingenierías, Artes y Matemáticas, por sus siglas en inglés). La metodología STEAM es una herramienta que implica dominar conocimientos analíticos-matemáticos-científicos desde las experiencias artísticas. Inicialmente, esta estrategia se desarrolló en la enseñanza de la medicina, ya que la habilidad de diagnosis radica en observar de manera profesional y completamente análoga con lo que se hace desde las ciencias de la Tierra.
La metodología STEAM gesta conocimiento interdisciplinario acompañado de las habilidades que generan las artes, como son comunicación, creatividad, concentración, observación, entre otras. En particular, las habilidades observacionales estimuladas por el STEAM son necesarias para lograr discernir objetos espaciales, establecer patrones e identificar características. Las preguntas que se busca resolver al concluir un ciclo de aprendizaje STEAM son: cómo y con qué objeto se aplican estas habilidades, marcando una clara diferencia con la observación ordinaria de una observación científica.
El arte expresado en la metodología STEAM, de acuerdo con Clapp y Jimenez (2016), incluye elaboración de arte visual, representación o manualidades. Un caso puntual es el desarrollo de la percepción del color, clave para la identificación de minerales al microscopio. La percepción del color depende del conocimiento de hacer y desarrollar las combinaciones y matices basados en la teoría del color, el círculo cromático y la descomposición a través de filtros azul, magenta y amarillo. En el campo de mineralogía, otra cualidad a desarrollar es la percepción de la geometría y el espacio de tres dimensiones trasladado a dos. Para estimular esta construcción mental, elaborar ejercicios de dibujo con puntos de fuga y, el traslado de bodegones y naturaleza muerta a representaciones planas son actividades artísticas poderosas.
Por último, el uso del arte puede ser la mayor contribución para estimular la creatividad del que busca entender la Tierra. Choi y Behm-Morawitz (2017), entre otros muchos autores, han propuesto que la creatividad desarrollada por el vínculo arte-ciencia se manifiesta en la innovación para resolución de problemas, pensamiento creativo, capacidad de apertura a opciones y modelos alternativos, y una consecuente reducción y resistencia a la frustración. Todas las cualidades antes mencionadas resultan cruciales para las ciencias de la Tierra, ya que al ser el objeto de estudio un sistema con múltiples variables, la capacidad de reproducción de fenómenos es limitada y para las reproducciones existentes, se requiere pensar creativamente para romper las barreras temporales y escalares que tiene el planeta para ser estudiado.
La próxima vez que vayan a un museo pueden pensar en el artista y su poderosa capacidad de observar el mundo, pero también pueden imaginar que para entender la Tierra que habitamos, tomar el lápiz y el pincel podría ser el primer paso para alcanzar la explicación de complejos fenómenos terrestres (sismos, erupciones volcánicas, huracanes, etc.). Más aún, el que les escribe les invita a estimular mediante actividades artísticas su observación, una habilidad que en nuestras infancias estaba agudizada y con el tiempo la hemos diluido, pero que nos permitirá entender, disfrutar y quizá procurar mucho más nuestro entorno.