31 de julio de 2025

CIDETEQ desarrolla órgano-en-un-chip: diagnóstico y tratamiento personalizado contra el cáncer

Ilustración digital: Julieta Espinosa 2025

Mextli Moreno

El cáncer es la principal causa de muerte a nivel global, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); padecimiento que en México constituye un problema de salud pública. Durante el 2023, fueron registradas 91 562 muertes, de las cuales 52.4 % correspondieron a mujeres y 47.6 % a hombres, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Además, la tasa de mortalidad por tumores malignos alcanzó 70.8 defunciones por cada 100 000 habitantes, siendo los adultos mayores de 80 años los más afectados.

 

Ante dicho contexto es que surge la necesidad de encontrar nuevas estrategias para mejorar el diagnóstico y tratamiento del cáncer en el país. El Laboratorio de Nanomedicina del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (CIDETEQ) desarrolla una innovadora tecnología: el órgano-en-un-chip; una alternativa a los métodos diagnósticos convencionales, que ofrece un enfoque personalizado al considerar las características únicas de cada paciente.

 

El Dr. Goldie Harikrishna Oza, investigador titular del CIDETEQ, explica que el órgano-en-un-chip es un sistema o plataforma microfluídica, que simula o emula en un chip, un sistema del cuerpo: un órgano o un cáncer. Además, es una tecnología que permite recrear modelos tridimensionales de tumores -como cáncer de mama, pulmón o gastrointestinal- utilizando células específicas de cada paciente.

 

Al reconocer que cada paciente presenta características únicas, resulta fundamental impulsar este tipo de investigaciones. El enfoque personalizado que ofrece esta tecnología permite adaptar tanto el diagnóstico como el tratamiento a las necesidades específicas de cada individuo.

 

«Cada persona es diferente, por eso nosotros aspiramos a una medicina más personalizada, es la razón por la que estamos desarrollando un órgano-en-un-chip. No es posible suministrar un fármaco común para diez diferentes tipos de pacientes».

 

Aunque dos pacientes tengan el mismo cáncer, no es correcto utilizar el mismo fármaco para ambos, ya que cada uno tiene sistemas inmunológicos diferentes y diversos estilos de vida. Por ello, el equipo del Dr. Oza desarrolla el órgano-en-un-chip, a partir de las células de cada paciente para determinar qué tipo de terapia es la más adecuada.

 

El procedimiento inicia con la obtención de una biopsia de tumor y la posterior reproducción de las células cancerosas dentro del chip. Una vez que las células logran un crecimiento tridimensional, el equipo de investigación procede a probar fármacos en el sistema, lo que permite corroborar el diagnóstico y evaluar la eficacia de los tratamientos antes de ser aplicados en la persona.

 

El sistema está fundamentado en la terapia teranóstica, es decir, una técnica que posibilita la identificación y eliminación del cáncer al mismo tiempo. «Esta es la razón por la que utilizamos nanotecnología. Potenciamos ambas capacidades: diagnóstica y terapéutica».

 

Con este procedimiento, el investigador nacional nivel II explica, analizan qué tipo de respuesta tiene cada paciente frente a cada tratamiento -fármacos, radiación, inmunoterapia, etc.-, determinando qué tipo de terapia es la más adecuada.

 

La información resultante faculta a los oncólogos a seleccionar qué tipo de tratamiento y terapia debe utilizarse en cada paciente. «Antes de administrar fármacos o terapia, en una investigación de 15 días, los oncólogos pueden saber qué tipo de terapia es la más adecuada para cada paciente».

 

En un futuro, cada hospital podrá utilizar este sistema. Actualmente, el proyecto está en fase de investigación; específicamente, el equipo reúne la documentación necesaria para su implementación, no sin antes contar con la aprobación del comité de ética.

 

El Dr. Goldie H. Oza afirma que podrían realizar el procedimiento hasta en 10 000 pacientes, aunque para ello, será fundamental adquirir una bioimpresora que facilite y agilice la impresión del chip. «Esta tecnología no es tan costosa, cada chip tendría un costo de entre 800 y mil pesos. Es una tecnología con gran potencial».

 

A pesar de que representará un costo adicional para los pacientes, el Dr. Goldie H. Oza asegura que es importante su desarrollo, ya que permitirá conocer el programa de terapia más adecuado para cada persona.

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