17.07.2020
Dr. Carlos M. Arróyave Hernández
Desafortunadamente, son escasos los estudios de investigación sobre este tema, por lo que trataremos de presentar una panorámica de la información existente a la fecha. Lo haremos por actividad o deporte.
Atletismo:
El porcentaje de lesiones reportado por edades es: menores de 9 años, 7,5 %; entre 9 y 11 años, 29,4 %; de 12 a 14 años, 48,3 % y de15 a 17 años, 14,8 %. Considerando la región anatómica, los miembros inferiores ocupan el mayor porcentaje con 53 % y los superiores con 37 %; para completar el porcentaje faltante están las lesiones en el cuello y la espalda.
Únicamente, una de cada seis lesiones se presentó en competencia ocurriendo la mayoría durante entrenamiento. El sobreuso correspondió a 33,5 % dejando en segundo lugar a la contusión superficial, escoriaciones y heridas con 24,5%. Los esguinces representaron 13,8 %; contusión profunda y distenciones, 12% y las fracturas, 7.2%.
Futbol soccer:
Es considerado el deporte más popular entre los niños y adolescentes. Es raro que se presenten lesiones en menores de 12 años de edad y la mayoría de ellas son producidas durante una jugada ilegal, en su mayoría en el cuello y la cabeza. Considerando otros deportes, éste es el que tiene el menor número de lesiones reportadas.
Las lesiones más frecuentes, debido al contacto cuerpo a cuerpo, son en las piernas. Así, tenemos a la tendinitis rotuliana o rodilla del saltador y golpes recibidos en las espinillas, que también se describen como el síndrome de estrés medio-tibial. Las lesiones del ligamento cruzado son mucho más frecuentes en mujeres que en hombres, probablemente por aspectos hormonales.
El uso de la cabeza en muchas de las jugadas puede llegar a producir conmociones cerebrales, sobre todo, cuando en lugar de pegarle al balón, se hace contra otro jugador que trataba de hacer lo mismo. Es recomendable que menores de 12 años de edad no cabeceen la pelota.
Futbol americano:
En este deporte, las lesiones más frecuentes reportadas son las torceduras de los tobillos, seguidas de las torceduras de los dedos al recibir la pelota o chocar con otro jugador. También están las lesiones de las rodillas por giros bruscos y de los hombros, causadas al aventarse para alcanzar una pelota o en una tacleada.
Los golpes en la cabeza pueden causar una conmoción, que puede ser grave al alterar la función normal del cerebro. Con frecuencia, estos jugadores no pierden la conciencia. Es aconsejable que no se permita a los niños practicar este deporte sin supervisión. Considerando el equipo que requieren, es preciso supervisar su peso antes y después de jugar para evitar problemas de deshidratación.
Tenis:
Este un deporte muy popular, ya que en él se ejercita el cuerpo y la mente. En este deporte deben considerarse y analizarse los movimientos bruscos a una alta velocidad, el impacto de la raqueta, el uso de material inadecuado, el uso la columna vertebral, así como de las piernas y el brazo dominante del jugador.
La lesión más frecuente es el «codo del tenista», que es una epicondilitis que afecta los radiales de la parte externa del brazo. También están las lesiones en el hombro, aunque, realmente el sitio afectado son los manguitos rotadores que tienen una serie de pequeños músculos. Esta lesión puede llegar a romper un tendón.
Destacan los problemas con los meniscos de las rodillas por el golpeteo que estos reciben. Un mal movimiento puede ocasionar la presencia de un esguince, sobre todo del tobillo. La tendinitis aquilea, por su parte, se muestra por la presencia de un entumecimiento por la mañana -que produce cojera- que va disminuyendo paulatinamente durante el día. Por último y no menos importantes, están los desgarros musculares.
Béisbol:
Este es otro de los deportes más populares, en el que cuando hay lesiones, suelen ser graves y en muchas ocasiones prevenibles. El pinzamiento del hombro sucede por sobreuso de éste provocando un dolor continuo en su parte delantera o lateral. Esta lesión ocurre por debilidad de la espalda superior y músculos del hombro. Se puede evitar disminuyendo el número de lanzamientos que hace un jugador, sobre todo el pitcher.
También, debido a los lanzamientos, están las lesiones en el codo causadas por la irritación de la placa de crecimiento del húmero del codo. Las lesiones en los tobillos son ocasionadas, en su mayoría, por campos desnivelados o el deslizamiento del jugador sobre las bases. Por último, están las lesiones oculares por contacto con la pelota o el bate; es recomendable, por ello, el uso de lentes protectores.
Natación:
Al considerarse un deporte muy seguro, se cree que sus practicantes no presentan lesiones, sin embargo, no están exentos de éstas. El «hombro de nadador», por ejemplo, es causado sobre el manguito rotador por una ejecución inadecuada del movimiento de los brazos. La «rodilla de la bracista» es ocasionada por una mala patada de braza habiendo molestias en la cara interna de la rodilla. Dolores en el área de las cervicales también se hacen presentes por una mala posición de la cabeza durante el movimiento de propulsión o al respirar.
Básquet:
Esta actividad es de utilidad para los niños al ser un buen estimulo natural para su crecimiento, ya que se ha demostrado una mayor actividad osteogénica por lo saltos en diferentes trayectorias. La presencia de lesiones al nivel de cartílago puede afectar el crecimiento óseo, por lo que la presencia de dolor articular debe ser evaluado por un médico especialista.
Las lesiones más frecuentes son lo esguinces de rodilla y tobillo; le siguen las torceduras en zonas de ingle, tendones y cuádriceps; torceduras de los dedos de la mano y lesiones musculares. Ocasionalmente, se reportan heridas en la cara. Por último, tenemos a las fracturas de extremidades inferiores como son tobillos, tibias y peroné. Estas últimas, en la mayoría de los casos, suceden por sobrecarga.
Golf:
Aunque, aparentemente, para jugar golf no se requiere de un esfuerzo físico al ser un deporte muy técnico, suelen presentase lesiones como en cualquier otro deporte. La tendinitis o epitrociclitis es un dolor en la inserción de los músculos del codo. Llevar a cabo el giro del cuerpo en forma rápida puede ocasionar roturas fibrilares, hernias de disco de la columna o lesiones del hombro o la rodilla. Por sobreuso tenemos dolores cervicales y lumbares, así como tendinitis en el tendón de Aquiles y fracturas de los metacarpianos por estímulos repetitivos.
Ciclismo o uso de bicicleta:
Esta actividad de recreo, en la mayoría de los casos, produce más accidentes y lesiones que el futbol soccer, que puede considerarse como el deporte en el cual hay más niños involucrados. La principal lesión es en la cabeza y es que, en estudios, se ha encontrado que únicamente 48 % de niños con edades entre los 5 y 14 años llevan casco protector y de éstos, los mayores son los que tiene menores probabilidades de uso. De los accidentados, al ser cuestionados sobre el porqué de no usar casco, de 34 interrogados, 6 dijeron que no tenían, 20 dieron excusas para usarlo y los 8 restantes se negaron a usarlo.
Lo importante en los golpes en la cabeza es que puede no observarse una ruptura de la piel o hematomas superficiales, pero puede haber hematomas internos que llegan a producir daños irreversibles en las neuronas. No todas estas células se regeneran y pueden ser de sitios importantes para las actividades diarias.
La presencia de lesiones puede minimizarse si utilizamos un equipo adecuado, el cual -en la mayoría de los casos- es bien conocido por los padres e instructores. El lugar en donde se practica un deporte debe de ser el adecuado y recibir el mantenimiento mínimo necesario; debe de contar con equipo ad hoc de primeros auxilios y personal entrenado para utilizarlo. Dependiendo del número de jugadores será el número de personal supervisando los entrenamientos y juegos. Por último, es fundamental el proceso de calentamiento, reposición de líquidos y descansos adecuados.