27.03.2020
Dr. Carlos M. Arróyave Hernández
Los virus son partículas inefectivas distintas al resto de los patógenos, cuya fisiología y mecanismo de producir enfermedad es diferente. Los medicamentos para las infecciones bacterianas están diseñados para afectar alguna parte de la anatomía o metabolismo de las bacterias, en contraste con los antivirales y es que los virus dependen para su reproducción de una célula al no contar con mecanismos enzimáticos para hacerlo.
Afortunadamente, la mayoría de las enfermedades virales suelen ser comunes, benignas y autolimitadas por lo que el tratamiento, en muchas ocasiones, es sintomático esperando que actúe el sistema inmune de la persona infectada. En el caso de algunas enfermedades virales, en lugar de tratarlas, las prevenimos mediante el uso de vacunas específicas como es el caso de el sarampión, varicela, parotiditis, hepatitis A y B, influenza y otras más.
Al igual que con los antibióticos, existen medicamentos específicos para tratar distintos tipos de virus. No hay que confundir los medicamentos con los compuestos químicos que destruyen las partículas virales presentes en el medio ambiente, conocidos como viricidas, los cuáles en ninguna forma se usan para tratamiento humano.
El desarrollo de los antivirales es un área de la medicina relativamente joven, pues se inició en la década de los 60 encontrando su mayor auge 20 años después, cuando se conoció por diferentes investigaciones su secuencia genética y los mecanismos de su reproducción. Conociendo su estructura y los mecanismos de replicación, fue posible el desarrollo de medicamentos antivirales que inhibieran alguna fase de su reproducción o la síntesis del ácido nucleico -o proteína del virus dentro de la célula del huésped- sin producir alteraciones en las células de la persona infectada. La replicación del virus pasa por varias fases, de tal manera, que los antivirales pueden diseñarse para que actúen en alguna fase, o bien, sobre el ácido desoxirribonucleico ADN o ácido ribonucleico ARN.
Las principales fases de replicación en las que los antivirales pueden ser útiles inhibiendo alguna de éstas son:
Con el conocimiento de la composición de un virus y las fases arriba mencionadas, la ciencia ha diseñado algunos compuestos que actúan en alguna o varias de las fases. En el desarrollo de antivirales se debe de considerar que el medicamento sea especifico contra el virus, que inhiba cualquiera de las fases y que debilite a las cepas resistentes que puedan surgir.
En forma natural, tenemos en nuestro organismo moléculas que presentan actividad antiviral como son los interferones, citocinas que son moléculas con una elevada actividad biológica, capaces de modificar la respuesta inmunológica celular uniéndose a receptores específicos presentes en la superficie de la célula.
Están también las inmunoglobulinas inespecíficas y las específicas; las primeras, que participan en la neutralización de toxinas e ingestión de microrganismos activando el sistema de complemento y lisis celular; y las segundas o específicas, que hacen lo propio por medio de anticuerpos y que son para un sólo tipo de virus.
El virus también tiene la opción de producir la destrucción de la célula donde se reproduce y causar enfermedad o permanecer dentro de ella sin causarle daño hasta el momento en que -habiendo ciertas condiciones- se reactive y la produzca.
Los antivirales como fármacos los podemos clasificar en:
De acuerdo con su mecanismo de acción, se pueden clasificar en:
No retrovirales:
Retrovirales (tipo de virus compuesto de ácido ribonucleico*):
Siempre que se toma un antiviral, debemos de considerar las reacciones adversas, que son una respuesta nociva no intencionada o un efecto secundario que es causado por la naturaleza propia del medicamento, los cuales son habitualmente leves.
Por último, para que un virus sea eliminado, se requiere que la respuesta inmune del individuo sea normal, razón por la cual es fácilmente entendible que las personas que tengan alguna inmunodeficiencia -ya sea desde su nacimiento o adquirida- o su respuesta sea menor de lo esperado -como sería en los extremos de la vida- sean presa fácil de una infección viral, que puede ser fatal.
*Es un ácido del núcleo que se encarga de trasladar la información genética del acido desoxirribonucleico con el fin de producir las proteínas según las funciones y características indicadas.