ECOLOGÍA RIZOMÁTICA HOY
17.07.2021
-Sin menoscabo de la preservación de la especie ni de la conservación paisajística-
Parte I
Dr. Pedro Joaquín Gutiérrez-Yurrita
Los mamíferos marinos siempre han tenido especial atención de los conservacionistas, la vaquita marina (Phocoena sinus) no es la excepción; sin embargo, hay muchas leyendas tejidas en su alrededor que deben resolverse bajo una perspectiva evolutiva, ecológica y socio-jurídica conjunta. Integrar el conocimiento de estos tres grandes temas nos dará pautas para la conservación biológica de la especie, al tiempo que pueda seguir gestionándose su medio ambiental con otros propósitos socio-económicos, especialmente, cuando hay grupos sociales vulnerables como los pescadores Cucapás y las comunidades pesqueras del Alto Golfo de California.
Hablamos nuevamente de la vaquita marina dado que está de moda el tema, después de que han terminado las reuniones de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), llevada a cabo en mayo y junio de 2021.
Varias organizaciones no gubernamentales (ONG) y algunos stakeholders reiteradamente acusan a México de no cumplir sus compromisos de eliminar la pesca ilegal de la totoaba (Totoaba macdonaldi) en el Alto Golfo de California, hábitat único de la vaquita marina. La pesca de la totoaba está prohibida en México y aunque estuviera permitida, la manera de pescar con redes agalleras o de enmalle captura vaquitas y otra fauna que también está bajo tutela del Estado Mexicano (NOM-SEMARNAT-059-2010), como las tortugas marinas de los géneros Caretta, Chelonia y Dermochelys, el tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), la raya de California (Raja inornata), y el lobo marino (Zalophus californianus), por mencionar algunas de las especies más emblemáticas.
Como el objetivo de este artículo no es politizar la conservación biológica, retomaremos el tema de las leyendas marinas del Alto Golfo californiano bajo la perspectiva de la ecología rizomática de los paisajes, de tal forma, que tenemos que la conservación de los paisajes marinos de la región debe considerar simultáneamente varios aspectos:
En comparación con otros mamíferos, el genoma de la vaquita exhibe la heterocigoidad más baja hasta ahora detectada en una especie de mamífero exógamo, de acuerdo con un estudio de Morin y colaboradores de 2021. Los estudios de historia demográfica realizados con técnicas genómicas y analizados bajo la conceptualización y metodología coalescencia markoviana de secuencia de pares apoyan la hipótesis de Taylor y Rojas-Bracho (1999) de que la baja diversidad genética de la vaquita no se debe a un cuello de botella actual o a su endogamia, por lo que con ese nivel alto de homocigosis es probable que pueda recuperarse y mantenerse viable la población de vaquitas, considerando que el último estudio censal en el 2019 arrojó 19 avistamientos y que algunas hembras tenían a sus crías nadando a su lado.
También, puede darse el caso de que la política ambiental no es en verdad una política pública y el sector social que trabajó en ella no fue tomado en cuenta o ni siquiera se le invitó a formalizar la forma de enfrentar el problema ambiental bajo las ópticas ecológica-social-económica y tecnológica -premisas esenciales del desarrollo sostenible-, entonces, se infringe la ley de manera dolosa, por desconocimiento y su forma de aplicación.
La conservación biológica del Alto Golfo, para preservar los cetáceos marinos de la región, toma un poco de los elementos reseñados con anterioridad, no es una política conservacionista hecha a gusto de un sector social, de la autoridad o de instancias internacionales. Se ha construido con reuniones entre sectores sociales, académicos, ONG, stakeholders, inspectores federales y autoridades administrativas.
Si bien es cierto que tiene deficiencias en su aplicación, la alarma saltó cuando la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que es posible reducir el área de pesca cero este febrero pasado. Disminuir el área de protección de la vaquita puede conllevar tanto fines conservacionistas como fines perversos, todo depende de cómo se realice el ajuste y bajo qué estudios técnicos y científicos se ampare tal decisión. Decisión que deberá estar emparejada con los ajustes presupuestarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para velar por el cumplimiento total de la ley y de los tratados internacionales.