Instrumentos de autorregulación ambiental en México Parte 3: Futuro  

El principal objetivo del Programa Nacional de Auditoría Ambiental (PNAA), recordemos, es mejorar el desempeño ambiental de las instalaciones empresariales para que éste sea superior al exigido por la ley, de tal manera, que pueden cuantificarse las bondades del programa con parámetros sobre gases de efecto invernadero no emitidos a la atmósfera, litros de agua ahorrados, residuos peligrosos no generados, por mencionar algunos de los beneficios ambientales obtenidos.

Este programa ahora debe ser más ambicioso que antes introduciendo, quizá, un nivel más alto de desempeño ambiental -actualmente hay dos-, cuando la instalación certificada sea de una empresa que incorpore a su cadena de valor en sus certificados.

Actualmente, cerca de 3500 empresas participan en PNAA y más de 30 % de ellas son consideradas grandes empresas y consorcios empresariales transnacionales; poco más de la mitad de las empresas del programa están certificadas como Industria Limpia (1535); pero también hay empresas turísticas (83) que obtienen el certificado Calidad Ambiental Turística, así como empresas privadas y estatales que se certifican por la Calidad Ambiental de sus instalaciones (1535), para ofrecer servicios como generación de energía eléctrica, programas educativos, sistemas de distribución y venta de accesorios varios, por ejemplo.

Como se aprecia de la definición adoptada por México sobre Auditoría Ambiental, se parte de un concepto más actualizado con respecto al que tuvieron otros países 30 años atrás, lo cual es totalmente comprensible debido a que el contexto social, económico y ambiental mundial era uno muy diferente al de los años 60.

México centra la auditoría en un examen metodológico de los procesos de una instalación con el objeto principal de mejorar su desempeño ambiental con un carácter netamente preventivo, en el sentido de que, de esta forma, se tendrán siempre en mente los avances tecnológicos. Ciertamente, durante el proceso de la auditoría se verifica que la instalación esté totalmente en conformidad con la legislación aplicable.

La tendencia de la autorregulación en México y, por supuesto, en el mundo está determinada por dos factores de peso en el ámbito comercial: uno, usado como estandarte de solidaridad socio-ambiental y, otro, de protección judicial:

• Mejorar los procesos industriales o de servicios, ahorrar insumos, abaratar costos y reducir residuos.
• Con lo anterior, incrementar la competitividad en el mercado de bienes y servicios de manera directa.
• Mejorar el desempeño ambiental con metas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), al incluir -de manera especial- metas de reducción de gases efecto invernadero y de combate al cambio climático, incrementando la visibilidad de la empresa y sus ventas.
• Establecer la autorregulación como un control de la misma empresa cada vez más implacable, para no dejar la conformidad de la norma, debido a que la vigilancia nacional e internacional sobre el cumplimiento empresarial ha mejorado enormemente.

Hoy en día, se tratan los crímenes ambientales al nivel de crímenes por venta de armas o trata de personas. Mercar productos contaminantes con etiquetas falsas o comercializar ilegalmente vida silvestre son delitos muy perseguidos por autoridades locales administrativas, así como por la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, Interpol y sus servicios de inteligencia de contabilidad forense y contra el crimen organizado.

Las metodologías más utilizadas y las más esperadas en un futuro cercano se centran en la Economía Circular (EC). Las administraciones portuarias internacionales han externado que, debido a que el transporte internacional de mercancías se lleva a cabo por grandes barcos en más de 90 %, tanto las embarcaciones como los puertos deben conseguir Calificaciones Verdes y Sustentables (CVS).

Las empresas transnacionales, con diversas filiales repartidas por todo el mundo, deben resolver sus pasivos ambientales utilizando métodos de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) y, así, poder transitar hacia la meta de cero emisiones de gases efecto invernadero, por ejemplo, con la metodología de Objetivos Basados en la Ciencia (OBC).

Queda implícito en estos métodos que, para el logro y mantenimiento de altos niveles de protección ambiental, se debe tener una planeación bajo el esquema de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y Conducta Empresarial Responsable (CER), de manera que maximicen sus beneficios ambientales y eviten la creación de barreras innecesarias al comercio.

Un punto común de las metodologías señaladas es que pretenden sustituir la economía lineal; se conciben como conceptos para fortalecer los instrumentos voluntarios, de tal manera, que se transformen, por ejemplo, los parques industriales en ECO-parques y se transite hacia un sistema internacional de autorregulación basado en estándares como mecanismos de operación, entre los cuáles se sitúan los ISO de la serie 14000: Gestión Ambiental (ISO 14001-GA), Análisis de Ciclo de Vida (ISO 14040-ACV), Ecodiseño (ISO 14044-ED), Ecoetiquetado (ISO 14021) y, de mayor tendencia actual por la trascendencia en los procesos de mejora continua y atención al cliente, la Calidad en Servicios de Gestión y Soporte TI (ISO serie 20000), por mencionar los más recurrentes.

De manera particular para México señalo que el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) entre México - Estados Unidos – Canadá, firmado el 1º de julio de 2020, por ejemplo, nos insta a diversificar la oferta autorregulatoria en concordancia con el capítulo 24 del T-MEC dedicado al Medio Ambiental que, en su artículo 24.14, señala los Mecanismos Voluntarios para Mejorar el Desempeño Ambiental.

 Además, la nueva Ley de Infraestructura de la Calidad ha establecido que se eliminan las Normas Mexicanas para utilizar los estándares internacionales, cuya finalidad número uno es (Artículo 1, LIC): «Promover la concurrencia de los sectores público, social y privado en la elaboración y observancia de las Normas Oficiales Mexicanas y los Estándares», con lo cual cobran mayor relevancia los estándares ISO sobre los cuales se basó la política de Auditoría Ambiental desde sus inicios hace unos 60 años.

La autorregulación fortalece la conservación a niveles superiores de ecosistema; vincula paisajes enormes (Ecorregiones), como los que compartimos en América del Norte con EE.UU. y Canadá, pero también los mesoamericanos con Centroamérica; disminuye la carga de los ecosistemas de soportar nuestra existencia como la conocemos, al mejorar procesos que contaminan menos y gastan menos recursos, energía y territorio natural.