Dr. Enrique González Sosa
¿Cuál es el verdadero valor del agua, cuando sabemos que impregna todos los aspectos de la vida en la Tierra y no sólo genera problemas sociales, sino también tiene una relación creciente con el empleo, el desarrollo y economía de un país? Invertir en agua conduce al crecimiento económico.
La UNESCO reporta que más de mil millones de puestos de trabajo, equivalentes a más de 40% de la población económicamente activa, dependen del agua. Los empleos están situados dentro de la industria agroalimentaria, farmacéutica y textil; silvicultura; pesca continental; minería y extracción de recursos; generación de energía eléctrica y; suministro y saneamiento. Otros sectores moderadamente dependientes del agua incluyen la industria de la construcción, turismo, de la manufactura y la transformación. Todo esto, representa 80 % de los puestos de trabajo a nivel mundial, lo cual conduce a grandes desafíos relacionados por la competencia de los recursos de agua dulce y la necesidad de asegurar la suficiente formación de profesionales y expertos en agua.
Actualmente, las políticas públicas que atienden estos desafíos generan nuevas tareas y experiencias en el sector laboral, como consecuencia de nuevas tecnologías, procesos y prácticas. El agua, como un bien económico, debe sustentar la estabilidad social: «invertir en agua, como un motor generador del empleo y el crecimiento económico». Por ejemplo, una inversión de 188 400 millones de dólares para gestionar las aguas pluviales y preservar la calidad del agua en Estados Unidos, generaría cerca de 1,9 millones de empleos directos (creando infraestructura) y empleos indirectos (fabricación de equipo y maquinaria). En cifras globales (OCDE), a nivel mundial, la distribución del empleo está conformado de la manera siguiente: 5 % en la agricultura, 60 % en la industria y 30 % en el sector servicios.
Hablando de algunos sectores industriales con mayor consumo de agua, como alimentos y bebidas, emplean 22 millones de personas, 20 millones la industria química-farmacéutica-caucho y neumáticos, y 18 millones en el sector de la electrónica. La industria en general (incluyendo energía) utiliza aproximadamente 19 % del total del agua captada en el mundo, 15 % en energía y 4 % para la industria y la transformación. Los sectores de la producción alimentos, elaboración de cerveza y la minería, así como las pequeñas y medianas empresas (PYME), son los grandes dependientes del consumo de agua. Por el contario, la escasez del agua podría afectar profundamente a los sectores altamente dependientes del agua.
¿Cómo debemos responder socialmente, si sabemos que el derecho humano al agua y el derecho a un trabajo digno son derechos indisolubles y universales; si sabemos que el agua es un componente básico de la economía mundial, necesario para generar y conservar los empleos del sector primario, secundario y de servicios; y si sabemos que más de la mitad de la fuerza laboral mundial tiene empleo en ocho sectores que dependen del agua y de los recursos naturales? La gestión integral de nuestros recursos hídricos, la asignación y distribución en los diversos sectores de la economía, centrándose en los sectores económicos, serán fundamentales para sostenibilidad ambiental y la creación de empleo.