BIOTHERIA

25.03.2023

La resistencia a los antimicrobianos, un problema macro…  

Dra. Sheila Iraís Peña Corona

En coautoría con la Dra. Dinorah Vargas

Fotografía: Dra. Sheila Irais Peña Corona

A propósito de la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos 2022 -del 18 al 24 de noviembre del 2022-, en esta ocasión, hablaremos de ello.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) es una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad. La cuadripartita -la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente, la OMS y la Organización Mundial de Sanidad Animal- establecieron el tema de dicha semana: Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos1. Está implícito, entonces, que se necesita la colaboración de todos los sectores que constituyen a la sociedad para atacar los puntos débiles relacionados al combate de la RAM.

 

Según la OMS, la RAM es «la capacidad que tienen los microorganismos de impedir que los antimicrobianos actúen contra ellos». El uso indiscriminado de antimicrobianos ha llevado a que haya disminución o nula efectividad de antibióticos, antivirales, antiparasitarios y/o antifúngicos, cuando se administran como terapéutica de enfermedades infecciosas.

 

En México, hay reportes que indican que E. coli y Staphylococcus spp. -relacionadas con enfermedades zoonóticas graves- ya son resistentes a las tetraciclinas y a la trimetoprima con sulfametoxazol. En este problema todos somos responsables y todos tenemos que ayudar a frenar su progresión.

 

La mayoría de los profesionales de la salud animal, actualmente, llevan a cabo acciones para prevenir y/o reducir la resistencia a los antimicrobianos, como prescribir la dosis y periodo correcto de tratamiento farmacológico, utilizar pruebas de diagnóstico -como la realización de cultivos antibacterianos y antibiogramas-, citologías, el empleo del antibiótico adecuado, entre otros. Sin embargo, es importante resaltar que muchos de ellos necesitan complementar su conocimiento con cursos de capacitación y actualización sobre la RAM.

 

Lo anterior se mostró a través de varias encuestas que se realizaron a médicos veterinarios zootecnistas (MVZ) y pasantes de MVZ durante 2019 y 2022, las cuales fueron discutidas dentro de la conmemoración de la Semana Mundial de Concientización sobre la RAM, organizada por el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en la que tuvimos oportunidad de participar (https://youtu.be/6cuwQwErFOI).

 

El papel de los profesionales de la salud animal es importante para frenar el desarrollo de la RAM; sin embargo, el uso y desecho correcto de los antimicrobianos en nuestros hogares es imprescindible. ¿Reciclas los medicamentos que se te han prescrito en ocasiones anteriores?, ¿desechas los fármacos caducos en el drenaje o en la basura municipal? Estas acciones empeoran el problema.

 

  • El agua residual -con los antimicrobianos-, que proviene de los hogares, pasa a través de ductos de drenaje a estaciones depuradoras de aguas residuales. En esas estaciones, el agua es tratada por medios químicos y físicos para eliminar, en medida de lo posible, los residuos; sin embargo, hay antibióticos que se mantienen en el agua e, incluso, otros que se metabolizan y dan lugar a moléculas activas.
  • En el mejor de los casos, el agua tratada es utilizada para riego de plantas para consumo de humanos y animales; en el peor de los casos, el agua no se trata y entra directamente a cuerpos de agua como ríos y mares, contaminando y teniendo un efecto farmacológico en animales marinos. Incluso, se pueden bioacumular.
  • Las plantas absorben los antimicrobianos a través de sus raíces y, la acumulan en sus hojas y tallos; incluso, hay estudios que indican que dichos fármacos actúan sobre su crecimiento.
  • El ciclo se completa cuando consumimos los productos animales y vegetales contaminados: los antimicrobianos regresan a nuestro cuerpo favoreciendo la progresión de la RAM.
  • Cuando tiramos los antimicrobianos a la basura municipal, se contamina la tierra. Estos fármacos pueden persistir durante mucho tiempo y bioacumularse, también, en los organismos que los consuman.

 

Por lo anterior, es de suma importancia desechar los residuos de antimicrobianos en contenedores de servicios especializados para el manejo de medicamentos caducos, los cuales se encuentran en la mayoría de las farmacias especializadas.

 

Hay otras acciones que se pueden realizar desde casa como terminar los tratamientos que nuestro médico nos prescriba, utilizar las dosis adecuadas en el tiempo que se nos indique y no combinar fármacos a menos que el médico lo considere necesario.

 

¿Te imaginas el día en que los antimicrobianos ya no funcionen? Supón que un día ingieres un alimento, pescas una infección gastrointestinal y no puedes tratarte con algún fármaco porque ya no es efectivo… O el día en que tu perro enferma, tiene fiebre incontrolable y no puede curarse porque los antibióticos no funcionan…

 

Los microbios son organismos que se han ido adaptando a través de los años y, conforme ha pasado el tiempo, se han ido haciendo más fuertes dificultando luchar contra ellos. Seamos responsables y aportemos desde nuestros hogares y familias a frenar la RAM, que pone en peligro la salud y el bienestar del humanos y animales.

 

1https://www.woah.org/es/evento/semana-mundial-de-concienciacion-sobre-el-uso-de-los-antimicrobianos-2022/

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