14 de agosto de 2025
Mextli Moreno
Un herbario es una colección de plantas secas recolectadas, principalmente en el campo o en áreas verdes. Los herbarios son colecciones que nos ayudan a preservar la historia y la memoria, permitiendo conocer cómo era la vegetación en el pasado, así como documentar los usos y costumbres asociados a diferentes especies.
Este es el caso del Herbario Dr. Jerzy Rzedowski de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), especializado en documentar especies vegetales, su historia, saberes y prácticas tradicionales.
El Dr. Luis Gerardo Hernández Sandoval, curador del herbario, explica que han sido descritas varias especies no conocidas para la ciencia y cuenta con colecciones asociadas a semillas, polen, musgos, algas, helechos, pinos, etc. El herbario inició con dos mil ejemplares en 1990 y, actualmente, cuenta con aproximadamente 40 mil especies, por lo que es considerado un herbario mediano.
En el herbario también son realizados estudios sobre el uso medicinal y alimenticio de las plantas: así, la fecha, han encontrado 300 especies de plantas comestibles en Querétaro. «Ya llegamos a 300 plantas comestibles, que no es ni 10 % de todas las identificadas. Esperamos que, en un momento dado, conozcamos todas [las establecidas en el estado] y podamos aprovecharlas al máximo».
El equipo de trabajo del herbario, de manera adicional, realiza proyectos de agrobiodiversidad vegetal, en conjunto con grupos de hñähñus, pames y mestizos, particularmente de los municipios de Amealco de Bonfil y Huimilpan, aunque también con algunos de Landa de Matamoros, Pinal de Amoles, Tolimán y Cadereyta de Montes.
El también presidente de la Sociedad Botánica de México señaló que él y su equipo están colaborando para preservar el patrimonio biocultural, es decir, el conocimiento del uso que los grupos indígenas le dan a las plantas, los nombres que les dan, el concepto que tienen de ellas y la forma de prepararlas para su ingesta.
El intercambio de información con los grupos indígenas ha derivado en que, en la clasificación de los ejemplares del herbario, sean agregados los nombres nativos tradicionales de las plantas, los suelos, los tipos de ecosistema, los animales que las polinizan, sus plagas, etc. «Es algo muy bonito, interesante, necesario y útil para nuestro estado y para el país».
Los herbarios no sólo son colecciones científicas de plantas, sino archivos históricos que preservan la memoria biocultural; cada espécimen, con su fecha y lugar de colecta, cuenta una historia. Así, el Dr. Hernández Sandoval comparte que llevó a cabo la revisión de un grupo de plantas presentes en el acervo histórico de la UAQ.
Entre ellas, el investigador encontró plantas de la época en que la Universidad era el Liceo Católico. En ese entones, los hermanos y sacerdotes daban clases de botánica, quienes recolectaron los especímenes, que son de la región. Muchas de ellas persisten, pero otras ya no se pueden ser observadas en la cotidianeidad.
El Herbario Dr. Jerzy Rzedowski cuenta con ejemplares, cuyas etiquetas tienen la dirección de una distribuidora de París, que enviaba plantas a México. Actualmente, fue encontrado un paquete en la Facultad de Filosofía, en donde están apoyando a un grupo de investigadores para identificarlas y restaurarlas.
«Lo más interesante es que están encontrando información de cómo estaba el huerto en el Liceo Católico, qué plantas tenía, quiénes eran los sacerdotes y hermanos que daban los cursos. Va a salir información histórica muy interesante a partir de estas plantas… de nuestra historia, tanto de la ciudad de Querétaro como de nuestra Universidad».
Además de las historias que nos cuentan los herbarios, estos representan sistemas de información meticulosamente estructurados que integran una gran diversidad de datos. Particularmente, la colección del Herbario Dr. Jerzy Rzedowski está organizada por grupos de plantas, desde las más primitivas hasta las plantas con flores. La organización es alfabética tanto de las familias, los géneros y las especies, por lo que es sencillo buscar y encontrar las plantas.
El Dr. Hernández Sandoval comparte que la información de cada ejemplar contiene la familia botánica a la que pertenece, el género y la especie. «Si es posible, adicionamos el nombre común y, sobre todo el nombre nativo, si viene de grupos indígenas».
Posteriormente, es incorporado el lugar en el que se colectó el ejemplar, así como las coordenadas, ya que, con ellas, pueden generar mapas de distribución de especies. «Podemos decir exactamente en dónde encontramos las plantas y, eso ayuda a ubicar a aquellas no registradas y trabajarlas para su producción».
Después de la ubicación, son añadidos detalles del hábitat; por ejemplo, si es un bosque, si es un matorral, si es cuerpo de agua, etcétera. Con ello, se pueden conocer las condiciones necesarias para que, en caso de que quiera reproducirse, pueda sembrarse.
Asimismo, registran el tipo de suelo al que pertenecen para saber dónde y cómo crece la planta, al igual que mayores detalles como la fecha de su floración. «La fecha es importantísima, nos ayuda mucho a hacer lo que llamamos relojes o calendarios de las plantas, es decir, la fenología: todas las actividades que hace la planta en el año, su crecimiento, producción de hojas, producción de flores, de frutos, etcétera».
Finalmente, anexan otros aspectos como la interacción con organismos, plagas, si es alimento de las aves…, es decir, aquellos detalles que haya observado quien recolecto la planta. Y, por supuesto, agregan si la planta es medicinal o comestible.
Toda la información queda registrada en una etiqueta que le es colocada al ejemplar herbal. Cabe destacar que la planta que se colecta debe caber en un tamaño aproximado de lo largo de una hoja de periódico. «Las plantas son secadas, prensadas y montadas en cartulinas para su ingreso a la colección del herbario».
Con esta información pueden responder preguntas científicas, como aspectos taxonómicos, ecológicos, geográficos, de conservación, de toxicidad o riesgo ambiental. «Los herbarios damos toda esta información a instancias de gobierno como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)».
En este sentido, el Dr. Hernández Sandoval explicó que una planta mal usada puede causar diversos problemas. Por ejemplo, recordó un caso que tuvieron que atender en el municipio de Amealco de Bonfil, donde murió una mujer después de haber consumido una planta medicinal, sin conocer la dosis necesaria.
Por ello, reiteró que es fundamental conocer la información de las plantas, así como mayores detalles de quiénes las usan, cómo las usan, cuándo las usan, en qué cantidades, etcétera. «El herbario puede ayudar mucho a ello y, obviamente, siempre de manera coordinada con las instancias pertinentes».
A pesar de los cambios de uso de suelo que han autorizado las autoridades en el estado de Querétaro, comentó que todavía pueden observarse espacios con vegetación conservada, sobre todo, plantas como helechos, asteráceas, etc. Esto indica que todavía hay vegetación conservada y nativa en el estado, con lo que se puede comparar las especies que había antes y las que hay ahora. Algunas de estas zonas están en la Cañada, Peña Colorada, la reserva de Mompaní y el Cimatario.