7 de agosto de 2025

La migraña y sus desafíos terapéuticos

Ilustración: Jorge Alcántara 2025

Mextli Moreno

A nivel mundial, la migraña afecta hasta 40 % de la población, es decir, a un aproximado de 3100 millones de personas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), siendo una de las tres afecciones neurológicas más comunes en el planeta.

 

Aunque muchas personas consideran que la migraña es un simple dolor de cabeza, el investigador del Instituto de Neurobiología (INB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Dr. Abimael González Hernández, aclara que en realidad se trata de un desorden neurológico complejo y difícil de tratar.

 

La migraña puede definirse como un desorden neurovascular complejo asociado a síntomas neurológicos, caracterizado por un incremento en la actividad neuronal en centros relacionados con la transmisión del dolor de cabeza.

 

El investigador explica que hay pacientes que sufren ataques agudos de migraña que pueden durar desde horas hasta días. «No es un dolor de cabeza común, es mucho más complejo que eso y es muy difícil de tratar. A pesar de que […] hay una gran variedad de fármacos, no todos son efectivos. Algunos pacientes […] reaccionan a la terapia, pero una buena proporción no lo hace».

 

No todos los tratamientos son efectivos, ya que hay diversos neurotransmisores que tienen un papel relevante en la generación de la migraña. En la década de los 80, la comunidad científica argumentó que la causa de la migraña era una baja concentración de serotonina en el organismo; posteriormente, fue identificado un incremento en las concentraciones plasmáticas del péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP); sin embargo, estudios concluyeron que no sólo estos dos neurotransmisores estaban implicados.

 

Actualmente, son estudiados otros neurotransmisores, como PACAP (Polipéptido activador de la adenilato-ciclasa de la pituitaria), que se relacionan con los ataques de migraña. «Se están desarrollando terapias farmacológicas justamente para bloquear la actividad de este otro péptido».

 

Las terapias han ido transformándose en el tiempo reportando diferentes resultados según cada paciente. Esta complejidad en el tratamiento no es nueva, ya la migraña ha acompañado a la humanidad desde tiempos remotos.

 

Desde la antigüedad, la migraña ha estado presente en la vida humana. En el neolítico, uno de los tratamientos para eliminar los malos espíritus del cerebro fue la trepanación. Posteriormente, en el antiguo Egipto presionaban la cabeza con un trapo o una venda -y, en consecuencia, los vasos sanguíneos extracraneales- disminuyendo el ataque migrañoso. En palabras del investigador, «con sólo el hecho de presionar una parte de la cabeza con la yema de los dedos, se percibe cierto alivio».

 

Con base en estas observaciones, fueron desarrolladas las primeras terapias específicas que producían vasoconstricción, es decir, la disminución del grosor de los vasos sanguíneos que irrigan la parte del sistema craneal.

 

Los primeros fármacos que lograron una vasoconstricción de los vasos sanguíneos fueron los de la familia de los triptanes, como el somatriptán, utilizado para aliviar el dolor. El Dr. González Hernández, no obstante, señala que no todos los pacientes responden favorablemente a los triptanes -empleados desde 40 años-.

 

Uno de los efectos adversos de los triptanes es su impacto en la circulación sanguínea general, por lo que están contraindicados en pacientes que padecen insuficiencia coronaria. En esos pacientes se observó que pueden producir una vasoconstricción coronaria, lo cual puede generar un efecto no deseado como la disminución del ligamiento cardíaco y, por lo tanto, un paro cardíaco.

 

Otro de los de los efectos de los triptanes es que activan la serotonina 5-HT1. Estos receptores no solamente se encuentran en los vasos sanguíneos a nivel a nivel craneal, sino también a nivel cardíaco y en el cerebro. Al estar en el cerebro, pueden producir efectos adversos como somnolencia y fatiga.

 

El uso excesivo de este tipo de fármacos puede desencadenar lo que se conoce como cefalea por uso excesivo de medicamentos. Explica el experto: «en lugar de quitarte la migraña, te producen más migraña. Esto se ve no solamente con los triptanes, también se ve con antiinflamatorios no esteroideos como el naproxeno, el diclofenaco y el ácido el ácido acetilsalicílico».

 

En pacientes con migraña crónica -es decir, aquellas que duran más de 15 días al mes- está contraindicado el uso de triptanes y antiinflamatorios como el naproxeno, diclofenaco y ácido acetilsalicílico, ya que pueden incrementar el dolor de cabeza. Para estos pacientes, se recomiendan fármacos profilácticos, es decir, medicamentos destinados a prevenir los ataques.

 

Al igual que el resto de los fármacos, los profilácticos también tienen efectos adversos como somnolencia, nerviosismo y mareos, lo que constituye una de las limitantes de su efectividad, ya que muchos de los pacientes interrumpen el tratamiento. «Los efectos adversos, a veces, pueden ser tan molestos que deciden no seguir con el tratamiento. No hay adherencia al tratamiento».

 

Al observar esta problemática, el Dr. Abimael González comenta que se han diseñado medicamentos profilácticos, pero específicos para la migraña. Estos fármacos se conocen como anticuerpos monoclonales contra la neurotransmisión del CGRP, los cuales se administran cada dos meses por vía intramuscular o intravenosa, y tienen un efecto prolongado.

 

«Lo interesante de estos fármacos es que son efectivos en aliviar la migraña sin generar tantos efectos adversos en el sistema cardiovascular, sin embargo, la desventaja es que no todos los pacientes responden a estos tratamientos». Del total de pacientes con migraña crónica, aproximadamente la mitad va a tener una respuesta favorable a estos tratamientos.

 

¿Existe entonces un fármaco 100 % efectivo? El Dr. González Hernández responde que son los médicos neurólogos quienes deben definir los tratamientos específicos para los pacientes. En caso de que un tratamiento no funcione, se tiene que cambiar y analizar cuál es el mejor tratamiento para cada paciente.

 

A la fecha, la migraña no tiene cura. Es una enfermedad altamente discapacitante, de la que, a la fecha, se han identificado diversos factores que podrían explicar su origen. «La migraña tiene un fuerte componente hereditario en donde hay una mutación de un canal iónico […], pero no todos los pacientes con migraña tienen por causa esta disfunción». Las causas exactas aún se desconocen.

Se tenía que decir... y se dijo

Dr. Pedro J. Gutiérrez Yurrita

Somos la última generación que verá luciérnagas

Dra. Ana Gabriela Castañeda Miranda

Cuatro mexicanos en la superficie mercuriana

L.P.C. Julieta Espinosa

¡SERENDIPIAS!

Pólvora

Macrófitos, corazón vegetal de los humedales

Ana Karen Krieg Álvarez

Contacto:

TELÉFONO:

+52 442/2628967

CORREO ELECTRÓNICO: 

contacto@revistaserendipia.com

revista.serendipia@gmail.com

Síguenos en:

Versión para imprimir | Mapa del sitio
© Julieta Isabel Espinosa Rentería