BIOTHERIA

11.06.2025

¿Vendrán nuevas pandemias? Entre predicciones científicas y preparación global

Fotografía: Jorge Alcántara 2025

Dra. Sheila Iraís Peña Corona

En colaboración con con el M. en C. Juan Isaac Chávez Corona y el Dr. Gerardo Leyva Gómez

Fotografía: Dra. Sheila Irais Peña Corona

Recordemos los últimos días de 2019, cuando surgió en Wuhan, China (de acuerdo con algunos reportes), un virus hasta entonces desconocido. Lo que comenzó como un brote local, rápidamente se convirtió en una crisis global: los países cerraron fronteras, la población fue confinada, los hospitales se desbordaron y millones de vidas se perdieron. El impacto económico también fue devastador. Esta experiencia dejó en evidencia que las enfermedades emergentes no son un problema lejano, sino una amenaza constante. Ahora la gran pregunta es: ¿qué nos espera después del COVID-19?

 

Cada vez hay mayor consenso entre los científicos en que la aparición de nuevas pandemias es inevitable. Existen virus que aún no han sido detectados o que se encuentran bajo escasa vigilancia, y podrían provocar situaciones sanitarias más severas que las vividas hasta ahora.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que las enfermedades infecciosas emergentes son actualmente una de las principales amenazas para la salud pública y la seguridad global. A esto se suma que el modelo de desarrollo humano y las dinámicas del sistema en el que vivimos no parecen orientarse hacia un cambio real, que permita prevenir eficazmente la aparición de estas crisis.

 

¿Qué entendemos por enfermedades emergentes? Son aquellas que aparecen por primera vez en una población humana o que, estando presentes, incrementan notablemente su incidencia o se extienden a nuevas regiones geográficas. En muchos casos, su origen es zoonótico, es decir, provienen de animales y logran transmitirse a las personas.

 

Este hecho subraya la relevancia del enfoque de Una Sola Salud (One Health), que promueve una visión integral, en la que la salud humana, la salud animal y el equilibrio del medio ambiente se consideran interdependientes para garantizar la estabilidad sanitaria a nivel global.

 

La aparición de enfermedades emergentes está asociada a varios factores y no es producto del azar. Entre ellos, destacan la deforestación y el crecimiento urbano acelerado, que eliminan las barreras ecológicas entre los seres humanos y la fauna silvestre. También, influyen el comercio y el consumo de animales silvestres, que favorecen la transmisión de microorganismos entre especies. Además, el cambio climático modifica los patrones de comportamiento y distribución de vectores como mosquitos, roedores y garrapatas, lo que incrementa el riesgo de transmisión en cualquier región climática del mundo.

 

A esto se suma un factor determinante en la actualidad: la alta movilidad internacional. En menos de 48 horas, una persona puede trasladarse de un país a otro, incluso entre continentes, lo que hace posible que un brote infeccioso se expanda con rapidez, si no se detecta ni se controla oportunamente.

 

A continuación, se describen cinco agentes infecciosos que actualmente preocupan a la comunidad científica por su alto potencial para generar pandemias:

 

1. Virus Nipah (NiV). Este virus fue detectado por primera vez en Malasia en 1998. Su principal reservorio son los murciélagos frugívoros, aunque también puede transmitirse a través de cerdos. El Nipah causa una encefalitis severa, con síntomas que incluyen convulsiones y coma, y una tasa de mortalidad que supera 70 %. Lo más preocupante es que no existen tratamientos específicos ni vacunas eficaces. Aunque sus brotes han sido esporádicos, como en Bangladesh e India, su alta letalidad y posibilidad de mutación lo convierten en una seria amenaza para la salud pública.

 

2. Virus de la Influenza Aviar H5N1. Este subtipo de gripe aviar es altamente virulento en aves y ha infectado a humanos en contextos de contacto estrecho. Su tasa de mortalidad ronda 60 %. Hasta ahora, la transmisión entre personas ha sido muy limitada, pero los expertos temen que una mutación lo vuelva altamente contagioso entre humanos, con consecuencias potencialmente más devastadoras que las del COVID-19, debido a su alta letalidad.

 

3. Virus de la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo (CCHFV). Este virus, que se transmite a través de garrapatas del género Hyalomma, está presente en regiones de Asia, África y Europa del Este. Provoca fiebre hemorrágica severa y puede tener una tasa de mortalidad de hasta 40 %. Con el calentamiento global, el hábitat de estas garrapatas se está ampliando, lo que incrementa las posibilidades de brotes en nuevas regiones geográficas.

 

4. Henipavirus poco conocidos. Además del Nipah, existen otros henipavirus detectados en murciélagos y pequeños mamíferos en regiones como Asia y Oceanía. Aunque aún no han generado grandes brotes en humanos, tienen el potencial de causar daño neurológico grave y podrían adaptarse para transmitirse entre personas. En la actualidad, tampoco se dispone de vacunas ni tratamientos eficaces contra ellos.

 

5. Disease X. La OMS emplea este término para designar a una futura enfermedad que aún no ha sido identificada, pero que podría surgir de forma repentina y tener un alto grado de transmisibilidad y severidad. El COVID-19 es un claro ejemplo de lo que representa Disease X. El próximo agente desconocido podría tener características aún más peligrosas: mayor capacidad de contagio, una tasa de mortalidad elevada o ambas.

 

Después de la pandemia por COVID-19, varios países reforzaron sus sistemas de salud pública, agilizaron el desarrollo de vacunas y optimizaron sus protocolos ante emergencias sanitarias. No obstante, todavía existen importantes desigualdades: el acceso limitado a insumos médicos, la propagación de información falsa y la desconfianza hacia la ciencia continúan siendo barreras preocupantes. Se trata de una tarea colectiva, en la que cada persona, comunidad e institución tiene un papel que desempeñar para construir un futuro más sostenible, equitativo y respetuoso con todas las formas de vida.

 

Es importante dejar este tema abierto a la reflexión y al debate informado. Cada lector, con base en la información aquí expuesta, puede y debe construir su propio criterio. Lo que resulta innegable es que las pandemias no son una posibilidad remota, sino una certeza a la que debemos anticiparnos.

Salud y confort, más allá del cambio climático

Dr. Enrique González Sosa

Sensores remotos e inteligencia artificial para la detección de incendios forestales

Dra. Ana Gabriela Castañeda Miranda

México al frente del Sistema Interamerica-no de Metrología

L.P.C. Julieta Espinosa

¡SERENDIPIA!

Marfil artificial

Desincroniza-ción circadiana, las consecuen-cias de vivir fuera de ritmo

Ana Karen Krieg Álvarez

Contacto:

TELÉFONO:

+52 442/2628967

CORREO ELECTRÓNICO: 

contacto@revistaserendipia.com

revista.serendipia@gmail.com

Síguenos en:

Versión para imprimir | Mapa del sitio
© Julieta Isabel Espinosa Rentería