28.11.2024
Dra. Sheila Iraís Peña Corona
En colaboración con con el M. en C. Juan Isaac Chávez Corona y el Dr. Gerardo Leyva Gómez
En esta ocasión, abordaremos un tema sumamente sensible y controvertido: la eutanasia en animales de compañía. Reconocemos que este tema es complejo, ya que involucra diversas perspectivas. Presentaremos una discusión desde los puntos de vista científico y religioso, con el objetivo de proporcionar a cada lector la información necesaria para formar su propio criterio.
La eutanasia es un proceso que implica la terminación de la vida del animal para evitar sufrimiento innecesario. Llevar a cabo este procedimiento plantea diversas preguntas, especialmente sobre el momento adecuado y la forma correcta de proceder.
En el ámbito veterinario, la eutanasia se define como el acto humanitario de inducir una muerte sin dolor ni sufrimiento para el animal. Esto se realiza mediante procedimientos controlados que buscan una experiencia pacífica y que son ejecutados por profesionales capacitados.
La eutanasia debe ser una opción considerada cuando el dolor, el sufrimiento o la disminución de la calidad de vida no pueden ser aliviados de manera efectiva con tratamientos; incluso, cuando la propia edad del animal, ya no le permita tener conciencia del entorno. En animales geriátricos, la salud y bienestar se deterioran poco a poco. Muchas veces, estos compañeros de vida empiezan a perder el apetito, a moverse con dificultad, a sentir dolor constante y a mostrar menos interés por el mundo que los rodea.
Las religiones y creencias varían en cuanto a la aceptación y visión de la eutanasia en animales. Algunas tradiciones, como el cristianismo, consideran la eutanasia de un animal como un acto de compasión, cuando el propósito es evitar el sufrimiento y el dolor. Otras corrientes espirituales pueden enfatizar la conexión con la naturaleza, donde el bienestar y la dignidad del animal son primordiales.
En general, muchas posturas religiosas coinciden en que aliviar el sufrimiento animal, cuando no hay alternativas razonables, puede considerarse un acto misericordioso. Sin embargo, desde la perspectiva de la religión budista, el procedimiento de la eutanasia no es aceptado, ya que se considera que la vida debe seguir su curso natural. El budismo enfatiza la compasión y el respeto por todas las formas de vida, y algunos practicantes creen que interrumpir la vida de un ser, incluso para aliviar el sufrimiento, interfiere en el proceso natural del karma y el ciclo de renacimiento.
Hace un par de meses me puse en contacto con un monje budista para saber cuál era su opinión acerca de eutanasiar o no a un perrito de la familia de 19 años, con una agonía de varias semanas. Expliqué la situación y su respuesta textual fue:
«En relación con su consulta sobre la eutanasia, queremos informarle que, si se le realiza el procedimiento antes de terminar con su esperanza de vida, el karma que podría haber experimentado en esta vida se trasladará a la siguiente. Y en la próxima vida, cuando ese karma pueda manifestarse de nuevo, es posible que el animal no tenga un cuidador cariñoso como usted. El perro podría encontrarse en una situación peor, por ejemplo, sin acceso a atención médica o ser un animal abandonado. Si él tiene la fortuna, podría lograr un renacimiento superior, pero el karma que no ha sido purificado seguirá ahí».
Me pregunto: ¿qué tendrá más valor para tomar la desición de eutanasiar a nuestro animal de compañía?, ¿evitar que nuestro perro sufra en sus últimos días de vida, siendo que él ya no puede caminar, comer, tomar agua y vocaliza de dolor?, ¿o purificar su karma esperando hasta que su cuerpo naturalmente ya no pueda responder y muera? La respuesta a esta pregunta es muy personal; lo que sí es un hecho, es que en la medicina veterinaria se establecen razones críticas para considerar la eutanasia en nuestros animales de compañía:
Decidir sobre la eutanasia en un animal de compañía es una experiencia emocionalmente compleja. La relación entre el tutor y el animal, el veterinario y, el apoyo de amigos y familiares juegan un papel importante en la toma de decisiones. Es vital que los propietarios de mascotas comprendan tanto las opciones de tratamiento como los resultados posibles para tomar decisiones informadas y compasivas.
En términos científicos, la eutanasia se realiza habitualmente con la administración de un fármaco que induce una sedación profunda, seguida de la administración por sobredosis de un agente que ocasiona la muerte. Este procedimiento asegura que el animal no sienta dolor y muera de forma tranquila y en paz. La prioridad de la eutanasia es evitar el sufrimiento y la prolongación de la agonía, ofreciendo una muerte digna.
Si se tiene un animal de compañía que esté pasando por esta situación, invitamos a los tutores a seguir alguna guía de puntaje para evaluar la posibilidad de eutanasia, por ejemplo:
https://eutanasiaanimal.com/wp-content/uploads/2020/05/ESCALA-3-PUNTOS.pdf
La eutanasia en animales de compañía es una acción que debe ser cuidadosamente considerada, balanceando el amor y el respeto por el animal con la responsabilidad de evitar sufrimiento innecesario.
En memoria de Bicha Chávez y Peluche Peña.