BIOTHERIA

07.05.2025

La esterilización no quirúrgica en perras y gatas

Fotografía: Dominika Alcántara 2025

Dra. Sheila Iraís Peña Corona

En colaboración con con el M. en C. Juan Isaac Chávez Corona y el Dr. Gerardo Leyva Gómez

Fotografía: Dra. Sheila Irais Peña Corona

El control de la población de animales en situación de calle es un desafío global, que afecta tanto a la salud pública como al bienestar de los animales. Sin duda, nosotros creemos que la esterilización quirúrgica es la mejor opción para inhibir la reproducción animal; sin embargo, es necesario dar a conocer a nuestros lectores, que hay otras opciones para abordar la inhibición de la reproducción en nuestros animales de compañía.

 

Investigadores y científicos han buscado alternativas no quirúrgicas a la esterilización tradicional que, a menudo, pueden ser costosas, invasivas y riesgosas. Hay algunas opciones como el ultrasonido terapéutico y los dispositivos intrauterinos (DIU) que tienen potencial para controlar la reproducción de gatos y perros sin necesidad de intervenciones quirúrgicas. Estos métodos no sólo representan una vía menos invasiva, sino que también ofrecen nuevas posibilidades para el control de la población animal de manera más accesible y sostenible.

 

El ultrasonido terapéutico es una técnica no invasiva. El principio básico del ultrasonido terapéutico es simple: se utiliza una máquina que emite ondas de ultrasonido de alta frecuencia para crear vibraciones en los tejidos, lo que provoca cambios celulares. En el caso de la anticoncepción, estas ondas se enfocan directamente sobre los ovarios de las hembras.

 

La energía ultrasónica tiene la capacidad de dañar las células reproductivas y alterar el ciclo estral, lo que impide la maduración de los óvulos y su posterior fecundación. A diferencia de la esterilización quirúrgica, que implica la eliminación de órganos reproductivos, el ultrasonido sólo afecta temporalmente la funcionalidad de los ovarios. El procedimiento es relativamente rápido y no requiere anestesia, lo que reduce los riesgos asociados con otras técnicas más invasivas.

 

A pesar de los resultados prometedores, el ultrasonido terapéutico sigue siendo una técnica en fase experimental. Los estudios han mostrado una efectividad variable, lo que indica que su éxito depende de factores como la frecuencia de las ondas, la intensidad del tratamiento y la duración de la exposición.

 

Aunque algunos animales han experimentado una inhibición temporal de la fertilidad, el uso generalizado de este método aún está limitado por la falta de estudios consistentes que demuestren su eficacia y seguridad a largo plazo. La variabilidad en los resultados también sugiere que se necesita una mayor investigación para perfeccionar la técnica y establecer protocolos más claros que garanticen su efectividad en diferentes especies y razas.

 

Los dispositivos intrauterinos (DIU) son ampliamente conocidos en el ámbito humano como un método anticonceptivo de larga duración; sin embargo, su aplicación en animales, especialmente en perros y gatos, ha sido más difícil debido a las diferencias anatómicas en sus órganos reproductivos. A pesar de estos desafíos, los DIU siguen siendo una opción prometedora, que está siendo explorada por investigadores como una alternativa no quirúrgica para el control de la población animal.

 

El DIU es un pequeño dispositivo, generalmente en forma de T, que se coloca dentro del útero. Su función principal es alterar el entorno del útero, evitando que los espermatozoides fertilicen el óvulo. En los seres humanos, el DIU crea una respuesta inflamatoria local en el útero que dificulta la implantación del embrión, además de hacer que el moco cervical se vuelva más espeso, lo que dificulta el paso de los espermatozoides.

 

La inserción del DIU requiere una intervención cuidadosa y precisa; los procedimientos para la inserción elevan el riesgo de complicaciones, como infecciones o expulsión del dispositivo. A pesar de estos desafíos, los estudios sobre el uso de DIU en animales están en curso, la tasa de fracaso aún es relativamente alta, debido a que en algunos casos los dispositivos pueden ser expulsados del útero o causar irritación. Esto resalta la necesidad de desarrollar dispositivos más pequeños, adaptados a la anatomía de los animales, y técnicas de inserción más eficaces.

 

Además del ultrasonido y DIU existen otros métodos cómo las vacunas anticonceptivas, los análogos de GnRH, uso de kisspeptina y moléculas que inhiben la función del cuerpo lúteo. A continuación, explicaremos un poco acerca de su mecanismo de acción.

 

  • La inmunocontracepción utiliza vacunas para inducir la producción de anticuerpos que interfieren con las hormonas esenciales para la reproducción. Las vacunas basadas en GnRH, como GonaCon®, bloquean la liberación de gonadotropinas e impiden la ovulación, ofreciendo una efectividad de varios meses a años; sin embargo, los efectos no son permanentes y pueden requerir dosis de refuerzo. Las vacunas basadas en la zona pelúcida (ZP), como SpayVac™, buscan evitar la fertilización, pero sus resultados son más variables, ya que algunas hembras pueden quedar preñadas tras la inmunización.

 

  • Los análogos de GnRH, como el implante de deslorelina (Suprelorin®), inhiben la liberación de hormonas sexuales clave (LH y FSH), evitando la maduración de los óvulos y la ovulación. Estos implantes, eficaces para retrasar la pubertad y evitar la ovulación, tienen efectos positivos en la inhibición del ciclo estral. Sin embargo, su uso prolongado puede causar efectos secundarios como disfunción ovárica y tumores mamarios, lo que plantea preocupaciones sobre su seguridad a largo plazo.

 

  • La kisspeptina regula la liberación de GnRH y puede inhibir el ciclo reproductivo. Los análogos de kisspeptina, como KP10, inducen cambios hormonales que mantienen a las hembras en un estado de anestro, bloqueando el ciclo estral durante el tratamiento. Aunque es eficaz y presenta pocos efectos secundarios, la duración del efecto y la dosis óptima para lograr la esterilización permanente aún requieren más investigación.

 

  • El cuerpo lúteo, responsable de la producción de progesterona, es esencial para mantener la gestación. Bloquear su función con fármacos como la bromocriptina o el firocoxib impide la fertilización. Aunque prometedores, estos tratamientos pueden causar alteraciones hormonales y otros efectos secundarios, lo que limita su aplicación en programas masivos de control de la población animal, y requiere más investigación para validar su uso a largo plazo.

 

Los métodos anticonceptivos no quirúrgicos representan una alternativa para el control de la población de gatos y perros, ofreciéndonos una alternativa menos invasiva y potencialmente más accesible que la esterilización tradicional; sin embargo, aún falta mucha investigación que realizar para obtener alternativas completamente viables.

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